El pasado 16 de Noviembre de 2008, nuestra Asociación, a instancias de los socios Javier Cano y Mª Dolores Perona, llevamos a cabo la puesta en marcha de una ecohuerta en el término municipal de Villamarchante (Valencia), según el sistema de bancal profundo de Mariano Bueno o parades en crestall de Gaspar Caballero; ecohuerta por otro lado que ya pronto con la incipiente primavera comenzará a dar sus frutos.

Para cultivar un huerto de medianas o pequeñas dimensiones lo más adecuado es la creación de bancales profundos. La experiencia confirma que para un huerto familiar es el mejor sistema de preparación, manejo del suelo y cultivo.

Se preparan unos bancales semielevados, abonados con estiércol descompuesto o compost cavados en profundidad. Su anchura no debe superar 1,20-1,50 m, a fin de que podamos trabajar con facilidad desde los pasillos que quedan a un lado y otro del bancal.



Siempre que se pueda no se debe pisar la tierra del bancal para evitar su compactación. Si se consigue que se mantenga mullida y aireada retiene mejor la humedad y el desarrollo radicular de los cultivos se ve favorecido. También se pueden colocar piedras planas o ladrillos en mitad del bancal para que al pisar dentro no se apelmace el terreno.



El resultado es una especie de pequeñas parcelas rectangulares cultivables separadas por pasillos que poseen la anchura suficiente para acceder cómodamente a los bancales, incluso si es necesario con una carretilla. Antes de hacer el bancal se cava la tierra de los pasillos y se apila sobre el bancal ahondando de 40 a 60 cm.

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Según diversos estudios, este sistema duplica el rendimiento que se obtiene usando el sistema convencional de surcos o líneas, siempre y cuando el suelo este mullido, no pisado y se asocien plantas con sistemas radiculares y foliares de distinto tamaño, lo que asegura la conservación de la humedad disminuyendo la periodicidad del riego al tiempo que la sombra de la masa vegetal dificulta la proliferación de hierbas.

Los cultivos de bancal profundo se complementan con abonados de cobertura y con acolchados de materiales orgánicos como la paja.

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Se suceden los cultivos asociados y se intercalan nuevas plantas en los huecos dejados libres por las verduras cosechadas.

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Una vez al año se realiza un abonado de fondo con mantillo o estiércol descompuesto y se cava todo el bancal, a ser posible con una horca de doble mango, que permite mullir y airear el suelo sin invertir los fértiles del suelo.
Cada dos o tres años podemos sembrar un abono verde (plantas que fijan el nitrógeno del aire a la tierra) a base de leguminosas, forrajeras o gramíneas. El riego puede hacerse con regadera, aspersión, manguera o como hemos hecho nosotros por goteo, según las dimensiones y el número de bancales.

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Fuentes consultadas: "El huerto familiar ecológico", Mariano Bueno (RBA-Integral. Barcelona, 1999); jardinactual.com (cultivo en bancales); "Parades en crestall", Gaspar Caballero (Fundació Terra).
Fotografías: Concha Martínez


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